Hebreos 12
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante,2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador [perfeccionador] de la fe;1 quien por el gozo que tenía por delante sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. [Jesús es autor de la fe al revelarla, lo cual es una revelación de fe, Gal 3:23.]
3 Considerad, pues, al que soportó tanta hostilidad de pecadores contra sí mismo, para que no decaiga vuestro ánimo ni desmayéis.
4 Pues todavía no habéis resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado.
5 ¿Y habéis ya olvidado la exhortación que se os dirige como a hijos? Hijo mío, no tengas en poco la disciplina [corregir, reprender] del Señor ni desmayes cuando seas reprendido por él.
6 Porque el Señor disciplina [corrige, reprende] al que ama y castiga a todo el que recibe como hijo.
7 Permaneced bajo la disciplina; Dios os está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina?
8 Pero si estáis sin la disciplina de la cual todos han sido participantes, entonces sois ilegítimos,4 y no hijos.
9 Además, teníamos a nuestros padres carnales que nos disciplinaban y les respetábamos. ¿No obedeceremos con mayor razón al Padre de los espíritus, y viviremos?
10 Ellos nos disciplinaban por pocos días como a ellos les parecía, mientras que él nos disciplina para bien, a fin de que participemos de su santidad.5
11 Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.
12 Por lo tanto, fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas;
13 y enderezad para vuestros pies los caminos torcidos, para que el cojo no sea desviado, sino más bien sanado.
14 Procurad la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.6
15 Mirad bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados;
16 que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú que por una sola comida vendió su propia primogenitura.
17 Porque ya sabéis que fue reprobado, a pesar de que después quería heredar la bendición, porque no halló más ocasión de arrepentimiento, aunque lo buscó con lágrimas.
18 No os habéis acercado al monte que se podía tocar, al fuego encendido, a las tinieblas, a la profunda oscuridad, a la tempestad,
19 al sonido de la trompeta y al estruendo de las palabras, que los que lo oyeron rogaron que no se les hablase más;
20 porque no podían soportar lo que se mandaba: Si un animal toca el monte, será apedreado.
21 Y tan terrible era aquel espectáculo que Moisés dijo: "¡Estoy aterrado y temblando!"
22 Más bien, os habéis acercado al monte Sion, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a la reunión de millares de ángeles,
23 a la asamblea de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, a los espíritus de los justos ya hechos perfectos,7
24 a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
25 Mirad que no rechacéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que en la tierra rechazaron al que advertía, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos del que advierte desde el cielo [el cual está en su corazón].8
26 Su voz estremeció la tierra en aquel entonces, y ahora ha prometido diciendo: Todavía una vez más estremeceré no sólo la tierra, sino también el cielo.
27 La expresión "todavía una vez más" indica con claridad que será removido lo que puede ser sacudido, como las cosas creadas, para que permanezca lo que no puede ser sacudido.9
28 Así que, habiendo recibido un reino que no puede ser sacudido, retengamos la gracia, y mediante ella sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia.
29 Porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Para ver el(los) versículo(s) mostrado(s) paralelamente
en las versiones Reina Valera 1960, Nueva Intl, Reina Valera 1995, y La Biblia de las Américas, haga click aquí. _______________________________________
1 Jesús, el autor y consumador [perfeccionador] de nuestra fe.
La fe es revelada, Gal 3:23, por revelación a una persona. Aprender acerca de Jesús, de él crucificado, de él resucitado, y creer que esos eventos son ciertos, no es fe y no es creer en Jesús. La fe es oír la palabra de Dios (y creer que es el Hijo de Dios el que habla); oír la palabra de Dios en su corazón, para que usted pueda obedecerla. La fe es oír, escuchar, y obedecer. La fe viene cuando usted es guiado por el Espíritu de Dios. A menos que sea guiado por el Espíritu de Dios, usted está bajo la ley, la cual es su tutor; Pablo dice en Gal 5:18 : si (y cuando) usted es guiado (inspirado, ordenado, mandado) por el Espíritu, usted no está bajo la ley. La ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe. Gal 3:24. Cuando usted oye la Palabra de Dios en su corazón, y cuando usted obedece la Palabra de Dios en su corazón, entonces pone en evidencia su creencia al caminar en la fe.
La fe es una caminata.
Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras, y las hace [las practica y las obedece]. Es semejante a un hombre que al edificar una casa cavó profundo y puso los cimientos sobre la roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa, y no la pudo mover, porque había sido bien construida. Lucas 6:47-48.
Y cuando usted oye a Jesús hablarle sus palabra, y usted cree que es él, el fundamento de su fe ha sido establecido en la roca, una roca tan sólida que las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella.
Jesús consuma [perfecciona] su fe cuando usted lo ve traer la salvación:
Su fe debe estar fundada en su experiencia del poder de Dios, no en las palabras que los hombres hablan ni en lecturas. El poder de Dios es prometido para librarlo [separarlo] de sus pecados, lo cual es salvación. Usted es salvo por fe, y por fe su corazón es purificado; pero obviamente al comienzo de la fe usted no está purificado, ni es salvo. Usted debe contender por la fe, crecer en la fe, edificar su fe, aumentar en fe, perfeccionar lo que falte en su fe, pelear la buena batalla de la fe, hasta llegar a la victoria, cuando su fe sea consumada por el consumador; la fe es un proceso y una caminata, cuyo fin es ver a Cristo trayéndole la salvación, para darle la vida eterna.
No habéis resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado. ¡Note! Pablo habla acerca de combatir en contra del pecdo. Esta es la lucha de la victoria, para vencer el pecado, para vencer al diablo, para vencer al mundo, para crucificar los deseos y los afectos de la carne. La lucha es difícil. La cruz es difícil. No se derrama sangre, pero hay dolor, y hay sufrimiento; ambos son necesarios para humillar la naturaleza egoísta y bestial de cada hombre — antes de que Dios la quite por su gracia.
El Señor disciplina al que ama y castiga a todo el que recibe como hijo.
La disciplina es dolorosa. Buscar la unión con Dios no siempre es placentero, especialmente la crucificción del yo. Como dijo Molinos: El que quiere caminar a la perfección por la dulzura y consuelo vive engañado. Al alma que quiere unirse con Cristo, le conviene conformarse con él, siguiéndole en el padecimiento. Jesús dijo que antes de comenzar, uno debería primero sentarse y calcular el costo, para ver si uno tiene suficientes medios como para terminarlo. De otra manera, cuando él haya sentado el fundamento y no lo pueda completar, todos los que lo vean comenzarán a burlarse y mofarse de él, diciendo: este hombre comenzó a edificar y no pudo (no era digno de) terminar. Él nos está diciendo que ni siquiera comencemos, a menos que estemos comprometidos a ir hasta el final, incluyendo la muerte del yo por medio del sufrimiento y la tribulación. Este compromiso viene de un hambre profunda, un hambre establecida por Dios para atraerlo hacia él. Él ya tiene muchos, que llamándose a sí mismos 'cristianos,' nunca han comenzado, mucho menos terminado, de construir su templo en sus corazones. Pero podemos verdaderamente testificar, que habiendo pasado por mucho sufrimiento y tribulación, el dolor no es nada comparado con la recompensa de conocer a Dios. Porque Dios nos ha creado para ser amados por él y para que nosotros le amemos. Él es puro, limpio, santo, justo, misericordioso, verdadero, fiel, pacífico, lleno de gozo, y con amor abundante por nosotros — ansiosamente esperando la oportunidad de mostrar su amor por nosotros. Pero para estar en su presencia y recibir su amor, debemos ser cambiados para llegar a ser puros, para ser capaces de recibir su espírtu en medida abuntante — nuestros odres viejos no pueden contener el vino nuevo — debemos dejar que él nos prepare un odre nuevo — de manera que podamos poseer y disfrutar el vino superior. De la voz del Señor: "Confía en él. Él te llevará y te guardará continuamente. Nunca te dejará."
Puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con la misma actitud. Porque el que ha padecido en la carne ha roto con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, no en las pasiones de los hombres, sino en la voluntad de Dios. 1 Ped 4:1-2. La tribulación no es un día difícil en la oficina, un accidente automovilístico, o alguna dificultad natural; es sin lugar a dudas algo impuesto sobrenaturalmente.
Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas. 1 Pedro 2:21 .
Puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con la misma actitud. Porque el que ha padecido en la carne ha roto con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, no en las pasiones de los hombres, sino en la voluntad de Dios. 1 Ped 4:1-2. La tribulación no es un día difícil en la oficina, un accidente automovilístico, o alguna dificultad natural; es sin lugar a dudas algo impuesto sobrenaturalmente.
Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas. 1 Pedro 2:21 .
Si usted no ha sido disciplinado por Dios, usted es ilegítimo, bajo la pretensión de ser un cristiano de mentiras.Si usted ha sido disciplinado, usted sabe que está sobre la cruz, usted sabe que está en la tribulación, y usted sabe que su salvación está asegurada. La vara y el cayado del Señor son un consuelo; el dolor es un consuelo, que le permite saber que está en el camino, que le permite saber que cambios beneficiosos en usted están por venir. El Señor dijo: Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. Apoc 3:19. ¿A quién ama el Señor? A aquellos que le obedecen: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él [en su corazón]. Juan 14:23.
5 A fin de participar en su santidad. Más de la esperanza verdadera. Una vez rescatados de las manos de los enemigos, le sirvamos sin temor, en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días. Lucas 1:74-75. Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados. Heb 10:14. Pero ahora, libres del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis como y vuestra recompensa la santificación, y al fin la vida eterna. Rom 6:22.
Sin la santidad nadie verá al Señor. A menos que usted alcance la santidad mientras esté viviendo en la tierra, usted no verá al Señor y será excluído del cielo.
Cuando usted es trasladado hacia el reino del cielo, en el Espíritu usted entra en la compañía de los ángeles, otros santos en la luz, y el Padre y el Hijo. Usted comparte la herencia de los santos en la luz, morando en la luz, que ningún hombre puede ver.
Mirad que no rechacéis al que habla
. Porque si no escaparon aquellos que en la tierra rechazaron al que advertía, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos del que advierte desde los cielos. Dios nos habla desde el cielo. ¿Dónde está el cielo? El reino de Dios está en medio de vosotros. Lucas 17:21; está en su corazón. Cristo, quien es la Palabra de Dios, mora en su corazón. Se nos dice abiertamente lo fácil que es oír a Dios hablar del cielo en su corazón:
Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en el cielo, para que digas: '¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?'
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: '¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?'
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Deut 30:11-14
Más bien, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos. Rom 10:8 .
Cuando usted oye que Dios le manda a hacer algo, o que razona con usted, usted debe hacer caso y obedecerle; de otra manera estará sujeto a la furia de Dios en la próxima vida, o incluso en esta también. Todos tienen su día de visitación de Dios. Haga click aquí para ver la lista de versículos que muestran las consecuencias de no obedecer la voz del Señor dentro de su corazón.
9 Todavía una vez más, significa que será removido lo que puede ser sacudido, como las cosas creadas, para que permanezca lo que no puede ser sacudido. Esta es una sacudida interna, para quitar las cosas del mundo, dejando sólo las partes del reino. Esta es la separación del trigo y la paja. Esto es: Todo valle será rellenado, y toda montaña y colina serán rebajadas. Los senderos torcidos serán enderezados; y los caminos ásperos, allanados. Esto ocurre dentro del hombre. Como dijo Pablo: Porque lo que de Dios se conoce es evidente entre ellos, pues Dios hizo que fuese evidente. Rom 1:19.
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